Como ya sabéis, cuidar la piel es necesario todos los días del año. No obstante, durante los meses veraniegos conviene recordar que necesitaremos un «plus» de hidratación y protección. Y es que, más allá de aumentar el riesgo de desarrollar un cáncer de piel (melanoma), has de saber que una excesiva e incontrolada exposición a la radiación solar, provoca envejecimiento prematuro, una pérdida de elasticidad y la aparición de arrugas. Veamos cuáles son los pasos indispensables para cuidar la piel en verano, para cubrir el «extra» de hidratación, cuidado y protección que ésta necesita.

1) FOTOPROTECCIÓN – INDISPENSABLES A LA HORA DE PROTEGERTE DEL SOL

Como hemos comentado en multitud de ocasiones, el sol es el factor que más envejece. Pero no sólo esto: la exposición solar sin protección puede producir manchas o lentigos solares, o aumentar considerablemente la predisposición de padecer cáncer de piel.

Por eso, el paso imprescindible de tu rutina de skincare todos los días del año, pero más aún en verano, es la fotoprotección. El uso de filtros solares (ya sean físicos o químicos), se tome o no el sol es fundamental para el cuidado de la piel, para proteger a las zonas expuestas y para prevenir las quemaduras solares.

  • Escoge aquel protector solar que más encaje contigo. De filtro químico o mineral, en formato crema, spray o aceite, water-resistant o no, etc. La clave es que contenga factor de protección de amplio espectro frente a UVB, UVA e IR (infrarrojos), que el SPF sea de 50+, y que lo apliques todos los días, sin importar la climatología.
  • Además, has de aplicarlo media hora antes de la exposición solar, reponerlo de forma periódica cada 2-3 horas, y siempre siempre siempre después del baño o de practicar algún deporte. Este paso es fundamental para evitar quemarte y garantizar una protección correcta.
  • También es importante el horario en el que exponerse. No es conveniente tomar el sol en las horas del mediodía, concretamente entre las 12.00 y las 16.00 horas. A su vez es recomendable recurrir a ropa con factor de protección, y el empleo de prendas como gorra, sombrero, sombrilla y gafas de sol.
  • A su vez, resulta fundamental comenzar con una exposición solar gradual para facilitar la adaptación de la piel y favorecer los mecanismos naturales de defensa (melanogénesis, engrosamiento epidérmico, etc).

El riego de padecer lesiones cutáneas malignas, tiene una mayor propensión cuantas más quemaduras en la piel hayas padecido en la infancia.

2) NUTRICIÓN – ¿INFLUYE LA ALIMENTACIÓN EN EL CUIDADO DE LA PIEL EN VERANO?

Para obtener un bronceado bonito y saludable, a partir de cierta edad conviene recurrir a ciertas estrategias que involucran la alimentación y los micronutrientes.

Ayuda a cuidar tu piel siguiendo una dieta con abundantes frutas, verduras y alimentos ricos en antioxidantes, eficaces para prevenir y revertir el daño celular causado por los rayos ultravioletas, aumentando nuestras defensas.

Además, diversas investigaciones sostienen que alimentos con grandes concentraciones de pigmentos naturales como el betacaroteno (responsable del tono naranja de las zanahorias), y el licopeno (responsable del rojo vibrante del tomate) son más propensos a producir un cambio visible en el tono de la piel.

Por ello, consumir tomates y zanahorias con regularidad durante un periodo continuado, influye en el tono bronceado de la piel.

Otros alimentos como el brócoli, espinacas, el aguacate o el melocotón son también alimentos ricos en betacaroteno, un precursor de la vitamina A. Son un potente estimulador en la producción de melanina y antioxidantes, de manera que protegen la piel al tiempo que potencian el bronceado.

3) TÉCNICAS DE MEDICINA ESTÉTICA A EVITAR EN LOS MESES DE VERANO

Existen ciertos tratamientos de belleza a evitar realizarse en la época estival. Algunos ejemplos:

Los peelings más fuertes, aquellos que actúan químicamente por dermoabrasión están totalmente desaconsejados en verano. La exposición solar podría provocar la aparición de hiperpigmentaciones o manchas.

Ciertos tratamientos con láser. Tras éstos suele darse una inflamación de la piel en forma de enrojecimiento o pequeñas costras. Si durante este periodo de recuperación te expones al sol, corres el riesgo de que al estar la piel inflamada se quede pigmentada por una temporada y no lo recuperes todo lo rápido que te gustaría. Incluso correr el riesgo de que esa marca se quede de forma permanente.

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4) HIDRATACIÓN: ¡SÍ, TAMBIÉN EN VERANO!

Mantener la piel en perfecto estado de hidratación es, no sólo una cuestión estética, sino también de salud. Siempre es fundamental cuidar la piel, pero en la época estival lo es aún más.

Si la piel no está bien hidratada su aspecto será apagado y opaco. Además, una buena hidratación es esencial para los diferentes procesos dérmicos, como cuidar su función de barrera hidrolipídica. Por ello, aplica a diario tu crema hidratante y mantén a raya la deshidratación de la piel.

5) ESTILO DE VIDA SALUDABLE

  • Evita consumir alcohol y tabaco; son muy dañinos para la piel. El primero produce la pérdida de líquidos sin aportar hidratación. Y la nicotina del tabaco es la principal responsable de la eliminación de estrógenos, y unos estrógenos bajos incrementan la sequedad.
  • También hace que disminuya la absorción de vitamina A y altera la producción de la elastina y el colágeno. Como resultado, tendremos una piel reseca y con poca luminosidad.
  • Bebe mucha agua ¡No esperes a tener sed!
  • Incluye en tu alimentación productos de temporada que proporcionen mayor hidratación tales como la sandía, frutos rojos, melón, lechuga, etc. Las frutas y verduras son un gran aliado en verano.