Cambiar la forma de su nariz es un motivo recurrente entre aquellas personas que desean armonizar su rostro. Bien por complejo, o por otras razones, acuden a consulta buscando una solución. La rinoplastia y la rinomodelación son las opciones disponibles para ello, aunque ambas técnicas son muy diferentes.
Las diferencias entre una rinoplastia y una rinomodelación son muchas, pero se pueden explicar muy fácilmente. Sigue leyendo, porque te lo cuento todo a continuación.
Rinoplastia o rinomodelación: ¿qué necesitas?
Son dos técnicas para corregir la estructura de la nariz, una mediante cirugía y otra sin ella. El especialista será quién mejor te asesore sobre cuál es la técnica mejor para tu rostro.
La rinoplastia y la rinomodelación son 2 técnicas que no tienen que ver, pero ambas se emplean para modificar el perfil de la nariz.
Diferencia rinoplastia y rinomodelación
Rinomodelación:
La rinomodelación es un tratamiento estrella de la medicina estética, mediante el que podemos mejorar visualmente:
- todo lo que constituye la pirámide nasal,
- la giba (el hundimiento que se forma en la raíz nasal),
- y también elevar o levantar la punta de la nariz.
La rinomodelación utiliza rellenos, bien ácido hialurónico, o bien hidroxiapatita cálcica. A mí, personalmente, en consulta me gusta más emplear ácido hialurónico. Y es que este principio tiene su propio “antídoto” (una enzima llamada hialuronidasa, que aplicada sobre una zona inyectada con ácido hialurónico, lo disuelve por completo).
La gran diferencia de la rinomodelación frente a la rinoplastia es que el empleo de rellenos es algo temporal. En cambio, los efectos de la rinoplastia, que es una cirugía estética, son permanentes.
La duración de los efectos de la rinomodelación oscila entre los 12 y 18 meses, aproximadamente, dependiendo del paciente. En algunos casos, puede llegar a mantenerse por 2 años.
Desde el punto de vista del proceso «doloroso», en el caso de la rinomodelación, algunos médicos aplican un poco de crema anestésica previamente. Aunque los viales de ácido hialurónico, como los de hidroxiapatita cálcica, llevan una pequeña dosis de lidocaína incluida, con el fin de ir anestesiando la zona conforme se inyecta el producto.
La zona más sensible a la aguja y duele un poco más, es la punta de la nariz o la columnela (es decir, la base de la nariz).
Para aquellas personas que tienen miedo a entrar en un quirófano, la rinomodelación es la opción óptima. Ésta es una técnica mínimamente invasiva, que permite modificar visualmente la forma y tamaño de la nariz. Todo ello sin ningún tipo de post-operatorio, y con la garantía de retomar tu vida normal de forma inmediata.
Rinoplastia:
La rinoplastia, mediante intervención quirúrgica soluciona tanto problemas estéticos de la nariz como aquellos de la estructura ósea, como el tabique nasal desviado, o problemas respiratorios.
Para la rinoplastia es necesario aplicar bien anestesia general, o bien anestesia local con sedación. Esto variará en función del médico cirujano.
Te decantes por la opción que sea, es fundamental siempre acudir a un profesional médico con garantías. Siempre preguntad todas las dudas, pedid el asesoramiento necesario, investigad todo lo posible, y no confiéis en cualquiera.
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