¿Te gustaría tener una piel radiante, luminosa, y decir adiós a ese tono de piel apagado y opaco? Pues sigue leyendo, porque el propósito de este post es que consigas tu objetivo sin invertir una gran cantidad de dinero en ello. Además, en el vídeo de más abajo te doy una selección de productos y marcas que te ayudarán a conseguir esa piel luminosa y radiante que tanto deseas.
La luminosidad de la piel es una señal de salud y de que le hemos proporcionado una rutina de higiene y cuidados con disciplina y constancia. Veamos algunos trucos para acentuar el aspecto glow tan rejuvenecedor.
¿Por qué la piel está más apagada conforme cumplimos años?
Una piel joven luce hidratada, jugosa y con brillo natural. Esto es debido a que muda sus células de manera regular; las células muertas (corneocitos) se desprenden y dan paso a las nuevas (queratinocitos).
Con el envejecimiento cutáneo se ralentiza esta renovación celular. Al enlentecerse el proceso, ocurre que los corneocitos de la capa más superficial de la piel, tienen muy poca capacidad para reflejar la luz; lo que propicia que la piel madura luzca más apagada o mate.
Afinando el estrato córneo (la capa más superficial de la piel) recuperarás un cutis más luminoso, con menos imperfecciones, mientras favoreces que ésta esté mucho más permeable a los tratamientos cosméticos que apliques después. Es decir, que tu rutina de cuidado facial sea más efectiva.
Consejos para tener una piel radiante
Conseguir una apariencia de la piel más sana, uniforme y luminosa es posible mediante una aceleración de la renovación celular. Para ayudar a la renovación celular de la piel es bueno exfoliarse, a pesar de que las células se renueven por sí solas cada 28 días. Pero como ya hemos visto, este proceso se ralentiza en pieles maduras.
Cuando nos exfoliamos favorecemos la eliminación de los corneocitos; la piel lucirá con una mejor apariencia, y de un tono más uniforme. Con una buena exfoliación podrás decir adiós a una piel opaca, áspera o sin brillo. Incluir la exfoliación en tu rutina de skincare es muy fácil y te ayudará a conseguir una piel más sana y brillante.
Existen 2 tipos de exfoliación: exfoliación física y exfoliación química. En ambos casos, el objetivo que se persigue es disminuir el grosor del estrato córneo; es decir, conseguir una piel mucho más luminosa y tersa.
Diferencias entre exfoliantes químicos y físicos
En el proceso de exfoliación química, se emplean ácidos (AHA y BHA) que eliminan las capas superiores de la piel. Los activos que más se emplean en las formulaciones de exfoliantes químicos son: el ácido salicílico, el ácido glicólico, ácido láctico, el ácido mandélico, etc.
En cambio, con el exfoliante físico, hay que eliminar la piel muerta manualmente mediante partículas o gránulos, frotando con ellas nuestra piel. Este proceso puede ser un poco más agresivo para nuestra piel, y en algunos casos, irritante. Pero existen en el mercado exfoliantes físicos extraordinarios que no irritan en absoluto la piel.
Exfoliar la piel no es más que eliminar la piel muerta que está en la capa superficial. Exfoliar la piel una o dos veces a la semana es imprescindible para mantenerla joven y luminosa. Ahora ya sabes el cómo tener una piel radiante. Espero que pongas estos consejos en práctica; deshacerte de las células muertas de la superficie de tu piel dará brillo instantáneo a tu cutis. ¡Pruébalo!
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