¿QUÉ SON Y PARA QUÉ SIRVEN LOS HILOS TENSORES?

Conforme vamos cumpliendo años, uno de los signos que más “delata” nuestra edad es la flacidez facial, que se caracteriza por la pérdida de firmeza de la piel y que está producida por la pérdida de colágeno y elastina y la debilidad de los tejidos de sostén de la misma. Para todos los pacientes que quieran combatirla y no deseen entrar en un quirófano, o bien su descolgamiento es leve y no es aconsejable por el momento un tratamiento quirúrgico,  la alternativa disponible es el tratamiento con hilos tensores.

Las primeras referencias que disponemos de ellos se remontan al Antiguo Egipto, donde usaban hilos de oro para suturar y reposicionar los tejidos de ciertas heridas. Como técnica de rejuvenecimiento facial comenzó a usarse a finales de la década de 1960 en Francia e igualmente el material empleado era de oro, pero no tuvieron mucho éxito por los pobres resultados que obtenían. Las décadas siguientes se combinó el oro con otros materiales pero igualmente se vio que la respuesta era muy pobre para el riesgo de complicaciones que entrañaba la técnica.

Hoy en día se emplean hilos de dos tipos de material, polidioxanona (PDO) y ácido poliláctico, ambos reabsorbibles y biocompatibles y que han demostrado en numerosos estudios científicos tanto su seguridad como su eficacia. Podríamos dividirlos en tres tipos, de menor a mayor efectividad:

  1. Mini-hilos PDO multifilamento: consiste en la aplicación de múltiples hilos muy finos entrecruzados creando un mallado que actúa como soporte del tejido dérmico. Producen un efecto lifting inmediato, pero su resultado final aparece a las 4-6 semanas, al estimular colágeno alrededor de los hilos. Su duración es de alrededor de 12 meses.
  2. Hilos PDO con espículasque son como dientes de sierra que se anclan a la piel y al tirar de ellos tensan la misma. Igualmente producen un efecto lifting inmediato, pero su resultado final aparece a las 4-6 semanas, al estimular colágeno alrededor de los hilos. Su duración es de alrededor de 12 meses.
  3. Hilos Silhouette Soft: son hilos de ácido poliláctico con conos bidireccionales reabsorbibles que se anclan en el tejido subcutáneo y al traccionarlos conseguimos un efecto lifting. El ácido poliláctico estimula la activación de los fibroblastos y la producción de colágeno, restaurando la estructura de la cara. Su duración es de alrededor de 18 meses.

 

Con cualquiera de ellos, la técnica es mínimamente invasiva y con pocos efectos secundarios siempre y cuando la lleve a cabo personal formado y cualificado para ello.

Muchas personas piensan que los hilos tensores pueden sustituir al fármaco que usamos para mejorar las arrugas de expresión o al ácido hialurónico, pero tengo que deciros que esa idea es errónea. Unos y otros tienen efectos muy diferentes, pero complementarios entre sí. El Fármaco del que os hablo, actúa bloqueando parcialmente la contracción muscular y se utiliza para mejorar las líneas de expresión. Un uso adecuado de este fármaco  no quita expresión a la cara sino que da un aspecto de “buena cara”. El ácido hialurónico se emplea para rellenar o proyectar volúmenes en ciertas regiones que con el paso de los años se va perdiendo. Los hilos tensores son un tratamiento tensor anti-flacidez que consigue reposicionar las estructuras en sentido inverso a la ley de la gravedad sin aportar volumen.

Siempre hay que hacer un uso prudente y adecuado de estas técnicas. Se trata de acompañar a nuestra edad pero con mejor cara. De sentirnos mejor con nosotros mismos pero sin obsesionarnos y aceptando el paso del tiempo. Cuando queremos corregir todos los signos del envejecimiento, es cuando la gente nos nota la cara rara y perdemos nuestra naturalidad. Por eso es importantísimo ponerse en manos de profesionales que sepan conseguir resultados naturales y decirte cuándo debes de parar.

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